Un paisaje urbano, despojado de personas. La sucesión de planos convierte lo cotidiano en algo inquietante. La ciudad vacía se vuelve así un único protagonista, capaz de contar todas las historias posibles.
Un paisaje urbano, despojado de personas. La sucesión de planos convierte lo cotidiano en algo inquietante. La ciudad vacía se vuelve así un único protagonista, capaz de contar todas las historias posibles.